Que el agua sea dura, no significa que sea sólida o que se sienta y vea como un hielo, la dureza del agua está relacionada con ciertos componentes solubles en ella, principalmente minerales como calcio, magnesio, algunos carbonatos, o incluso sulfatos y cloruros.
La Tierra está compuesta de muchos tipos de suelo y minerales en toda su extensión. Gran parte del agua para consumo humano proviene de mantos acuíferos en el subsuelo. Aunque el suelo es muy similar en grandes zonas, muchas veces puede contener distintos tipos de minerales y sustancias en zonas muy específicas. Por lo tanto, dependiendo de dónde se encuentre el agua, puede tener diferentes componentes disueltos en ella.
En las zonas donde el suelo contiene gran cantidad de magnesio y calcio, el agua puede llegar a tener altos niveles de sales, convirtiéndola en agua dura. La disolución de estos minerales es microscópica, por lo que no se puede ver, aunque en algunos casos se puede oler o sentir, y también afecta el sabor del agua. La dureza del agua no es igual en cada zona del país. Gracias a la variación de minerales y iones metálicos, la dureza del agua puede cambiar de acuerdo con la zona. La zona puede tener diferentes características, porcentaje de minerales y de iones.
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Al conocer lo que es el agua dura, es muy común preguntarse sobre sus riesgos al consumirla. En un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se concluye que el agua dura no tiene ningún beneficio. El cuerpo necesita el magnesio y el calcio que hay en el agua dura, sin embargo, lo puede obtener mediante diversos alimentos, y realmente no necesita los miligramos extra que puede ofrecer el agua dura. Otros estudios han considerado que puede tener beneficios cardiovasculares para ciertos hombres, pero igualmente la OMS los considera inconclusos.
Por otro lado, están los riesgos del consumo del agua dura. En este mismo estudio de la OMS se concluye que el agua dura no es nociva para la salud. Si bien no es recomendable tomarla por no ser agua pura, no se considera un peligro. La sobre ingesta de alguna de esas sustancias, por ejemplo, el calcio, debe ser de dos mil quinientos miligramos al día, lo que implicaría tomar más de veinte litros de agua dura en un solo día. En este sentido, resulta una cantidad de agua descomunal, casi imposible que una persona llegue a hacerlo.
Las afectaciones y riesgos del agua dura se encuentran principalmente en ser una fuente continua de maltrato hacia las tuberías y aparatos del hogar. Los minerales del agua dura oxidan las tuberías, dañándolas a veces permanentemente. Ocurre lo mismo con los electrodomésticos, desde licuadora hasta lavadora, secadora, o lavadora de platos. El agua dura no disuelve bien los jabones y detergentes, por lo que muchas veces se debe usar una mayor cantidad, incluso desperdiciando el producto.
Otra de las afectaciones es el sabor. El agua que se consume generalmente no debe tener sabor, y este suele ser muy notorio en el agua dura. Es importante solamente consumir agua pura para aprovechar todos sus beneficios. Por esta razón, se recomienda que el agua dura que llega a casa pase por un proceso de suavización, además del proceso de purificación.
Se le llama “agua blanda” o “agua suave” al agua dura que pasa por un proceso de eliminación de la dureza, que es esencialmente una descalcificación. Esto puede hacerse por medio de intercambio de iones; agregando ciertas sustancias como cal, carbonato de sodio o potasio; por un proceso de ósmosis inversa; u otros menos comunes como hervir el agua. Aunque este último es algo que puede hacerse en casa, no siempre es efectivo, ya que no todos los tipos de aguas duras pueden suavizarse de esa forma.
La forma en la que se puede asegurar suavizar el agua dura y tomar agua purificada es mediante un purificador de osmosis inversa. Dentro de los productos de bebbia se podrá encontrar un modelo que cuenta con un proceso de cinco etapas de purificación con el que se purifica y suaviza el agua.
El purificador se instala bajo la tarja de la cocina, por lo que se tiene a la mano agua blanda pura para beber en todo momento. Primero, se retienen sedimentos del agua, además de arenas, insectos, y óxidos que puede haber en la tubería mediante un cartucho de polipropileno. En la segunda etapa pasa por un primer cartucho de carbón activado reteniendo sustancias disueltas en el agua, ayudando a eliminar el característico sabor a minerales del agua dura.
En la tercera etapa, un segundo cartucho de carbón activado continúa la labor de retención de sustancias disueltas. Posteriormente, la membrana de ósmosis inversa es la encargada de remover bacterias, virus, metales pesados, pero, sobre todo, la concentración de sales y minerales en el agua. Es mediante esta etapa donde el agua deja de ser agua dura. Por último, el cartucho de carbón activado pulidor proporciona una última limpieza extra para mejorar el sabor, color, y olor del agua. Por medio de una suscripción mensual que cuesta menos de dos garrafones a la semana, se obtiene agua pura para beber.
Si bien el agua dura no resulta dañina para la salud, es importante no abusar de su consumo, sobre todo si se puede beber agua pura directamente en casa. El cuidado de la salud familiar debe ser una prioridad, sobre todo por los beneficios que tiene su consumo para todos.
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