Es importante conocer los cuidados para el sistema inmune, sobre todo en medio de una pandemia. El sistema inmune o sistema inmunológico es una red de órganos, tejidos, y células en el cuerpo humano que ayudan a combatir infecciones y enfermedades. Los virus, bacterias, hongos, y otras toxinas se multiplican cuando entran al cuerpo, creando una infección. El sistema inmune trabaja para combatir y reducir las infecciones para sanar al cuerpo lo antes y mejor posible.
El sistema inmune trabaja todo el tiempo y la mayoría de las veces puede solo con las invasiones de microrganismos al cuerpo. Sin embargo, no es tan fuerte en la lucha de ciertos virus y bacterias y se requiere fortalecimiento con vitaminas o medicinas que lo apoyan. Aunque no es en la mayoría de los casos, se puede llegar a requerir hospitalización en caso de ser mayor el apoyo necesario.
Los cuidados para el sistema inmune son muy importantes ya que es crucial su fortalecimiento para requerir el menor apoyo posible en el caso de enfermedades o infecciones, sobre todo para evitar hospitalización. La clave está en cuidar el cuerpo en todos sus ámbitos, de forma que se fortalezca en su totalidad, incluyendo el sistema inmune.
El cuerpo está compuesto entre sesenta y setenta por ciento de agua. Este alto porcentaje es clave para entender la cantidad de agua que requiere para funcionar. Todos los procesos biológicos y fisiológicos del cuerpo requieren agua, además de todos los órganos. El sistema inmune no es la excepción y es importante mantenerse adecuadamente hidratado para que funcione.
Para mantener un cuerpo saludable es crucial consumir agua pura, que no contenga ningún contaminante. La mejor manera de tener agua pura en casa es con un purificador de agua como los de bebbia. Con una suscripción mensual se obtiene un servicio de purificación más económico que comprar dos garrafones semanales y se garantiza agua pura directo en el lavabo de la cocina.
La forma más fácil de mantener una adecuada hidratación es creando hábitos que permitan tomar agua de forma regular para no sentir sed durante el día. Si el cuerpo se mantiene hidratado, todos sus procesos funcionarán de forma óptima y se fortalecerá el sistema inmune.
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Al dormir, todo el cuerpo se regenera y repara a si mismo lo más que puede. Aunque por lo general se recomienda tener ocho horas de sueño diarias, es importante también cuidar la calidad de sueño que se tiene. De forma que se mejoren los cuidados para el sistema inmune, se debe buscar generar hábitos que cuiden de dicha calidad.
Una de las recomendaciones más importantes es mantener una hora para levantarse y acostarse todos los días. De esa forma el cuerpo sabe cuándo y cuánto tiene diariamente para recuperarse. Por otro lado, es recomendable evitar cenas pesadas y calóricas, por lo menos tres horas antes de dormir. El cuerpo requiere agua y sangre para digerir, por lo que no podrá comenzar a descansar adecuadamente mientras lo hace.
Así como en el caso del agua, los alimentos son cruciales en los cuidados para el sistema inmune. Los alimentos son la forma en la que los nutrientes esenciales entran al cuerpo. Una alimentación consciente es la que mantiene al cuerpo sano y en balance con lo que necesita.
En particular, los alimentos con alto contenido de vitamina C (cítricos, y otras frutas y verduras como pimientos, jitomates o brócoli) son especialmente buenos para fortalecer el sistema inmune. Igualmente es importante tomar todas las medidas de higiene para lavar los alimentos, incluyendo no lavarlos con agua contaminada y lavarse las manos antes de cocinar y comer.
Siendo que el sistema inmune es el encargado de combatir infecciones y enfermedades, una de las mejores formas de cuidarlo es evitar ingerir o consumir sustancias nocivas para la salud. Este tipo de sustancias no tienen algún nutriente para el cuerpo, por lo que ponen a trabajar al sistema inmune sin que el cuerpo gane algo a cambio. Por esta razón, lo debilitan, creciendo la posibilidad de generar enfermedades o infecciones si se consumen con regularidad.
Es importante notar que la Oficina de Suplementos Dietéticos (ODS por sus siglas en inglés) de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, recomienda a los fumadores y fumadores pasivos consumir entre el 3% y 5% más vitamina C que las personas que no fuman o no están en contacto regular con fumadores.
El ejercicio ayuda a fortalecer los músculos y otros órganos. Practicar algún deporte o hacer ejercicio ayuda a la eliminación de toxinas, apoyando al sistema inmune. Además, activa la circulación de la sangre, renovando más rápido todo el oxígeno del cuerpo.
El ejercicio también ayuda a segregar endorfinas y serotonina que hacen que el cerebro se sienta feliz y activo. Por otro lado, no se recomienda hacer ejercicio antes de dormir (hasta dos horas), por la adrenalina que se genera, para lograr un descanso correcto.
También es importante en los cuidados para el sistema inmune, mantener una mente sana. Si bien el sistema inmunológico se enfoca en el bienestar físico, es importante aplicar todas las recomendaciones físicas a la parte mental también. Beber agua y alimentarse de forma consciente y necesaria para una adecuada hidratación y alimentación balanceada, descansar la mente y tomar tiempo personal.
El agua es un elemento esencial para la vida humana y para todos los ciclos biológicos del planeta. Es por lo que el cuidado y ahorro del agua deben ser temas cruciales en el día a día. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dos mil doscientas millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura, por lo que es indispensable cuidar el agua cuando llega tan fácilmente, así como no darla por sentado.
El cuidado y ahorro del agua puede empezar en el hogar y con pequeñas acciones que tienen gran impacto en la propia comunidad, teniendo la posibilidad de expandirse a gran escala si poco a poco se hace en diferentes niveles. Haciendo y compartiendo estos consejos, se puede llegar a cuidar y ahorrar el agua exponencialmente.
El agua llega a los hogares después de un largo recorrido y proceso de limpieza y purificación, desde los ríos, manantiales, y mantos acuíferos, hasta el sistema municipal y después por un sistema de tuberías hasta la casa. De acuerdo con un artículo de Tec Review, son las fallas humanas las que poco a poco hacen que el agua deje de ser pura, por lo que hay que evitar el uso de garrafones y agua en botellas de plástico, sobre todo de un solo uso.
Los garrafones se llenan varias veces y pueden rayarse, lastimarse, o tener algún error en el proceso de lavado, y todas estas situaciones generan bacterias por las que el agua deja de ser pura. La mejor manera de deshacerse de esta posibilidad es usar un purificador de agua.
Por un servicio de suscripción mensual, se instala el purificador en el lavabo de la cocina teniendo acceso a agua pura a todas horas, y se purifica agua que llega a la casa por la cual ya se está pagando. El costo de la suscripción es menor a dos garrafones semanales y sin la incomodidad de tener que voltearlos para su uso. Además de fomentar el cuidado y ahorro del agua, se eliminan los plásticos que existen en los garrafones y botellas, para garantizar agua pura en casa.
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Este consejo es el más escuchado y a veces el más difícil de realizar. Muchas veces no se está realmente consciente del agua que se desperdicia ya que resulta muy cómodo dejarla abierta. El agua debe mantenerse cerrada al lavarse los dientes, enjabonarse las manos, o afeitarse. Incluso es recomendable hacerlo al bañarse también.
En los últimos dos años, gracias a la pandemia de Covid-19, se ha incrementado el número de veces en las que se lava las manos al día, además del tiempo en el que se enjabonan. Es importante considerar no tener el agua abierta durante los veinte segundos en los que se recomienda enjabonarse.
Otra forma de aumentar el cuidado y ahorro del agua en casa, es optimizando el uso de electrodomésticos que usan mucha agua, así como de inodoros. La lavadora y la lavavajilla ocupan mucha agua, pero se puede optimizar su uso de forma que se use menos agua que incluso lavando a mano. Ambas se deben llenar a su máxima capacidad y la menor cantidad de veces posible, utilizando la menor cantidad de platos al cocinar, así como no lavar ropa que no esté realmente sucia. Muchas prendas con telas como mezclilla o algodón no se ensucian tan fácilmente, por lo que pueden estar varias puestas sin lavar.
En el caso de los inodoros, es importante instalar en casa inodoros ahorradores y de menos de seis litros. Asimismo, aunque sean ahorradores, se puede introducir una botella de plástico con arena, tierra, o piedras en el tanque, para que utilice menos agua en llenarse.
Al decidir ser conscientes con el cuidado y ahorro del agua, se puede empezar a recolectar agua que se esté desperdiciando. Una opción es mientras se espera a que se caliente el agua antes de bañarnos, así como agua con la que se hierven ciertas comidas como pasta, embutidos, o algunas verduras. Esa agua puede dejarse enfriar y utilizarse para regar las plantas.
De igual forma, también se puede ahorrar agua regando antes de que salga el sol o después de que se ponga. En estos dos momentos del día, el agua se evapora menos por lo que las plantas la aprovechan más y no se debe regar tan seguido.
Parte del cuidado y ahorro del agua es también reducir los contaminantes que se desechan en el agua, de forma que sea más fácil tratarla. Sustancias químicas como pesticidas o lejía, así como toallitas que no son biodegradables no se deben tirar al inodoro o al desagüe. Igualmente, tampoco se deben desechar medicinas de esta forma.
La huella hídrica es el volumen de agua dulce que se usa para producir bienes y servicios. Aunque principalmente se usa para medir cierta producción, también s puede medir la huella hídrica por persona, según lo que se consume. En este sentido, se puede cuidar y ahorrar agua utilizando productos que tengan una huella hídrica reducida. Algunos productos animales como la carne de vaca tienen una alta huella hídrica, ya que se utiliza mucha agua al producirlos, al igual que el arroz o el maíz.
Con el inicio de año, viene una oportunidad de realizar propósitos de Año Nuevo. Los niños, niñas, y adolescentes tienen desde temprana edad la posibilidad de aprender sobre cumplir metas y propósitos de forma que comiencen a entender la importancia de ciertos temas como la salud, el cuidado personal, e incluso la empatía.
Los propósitos de Año Nuevo, en cualquier sentido son una forma de ponerse metas en asuntos que son importantes para cada persona, de manera que no se pierdan de vista durante el año. Claro que el principal propósito es cumplirlos, sin embargo, es más importante que sean temas que se tomen en cuenta todo el tiempo, así no se sentirá que se perdieron o que se fracasó.
Para los niños, niñas, y adolescentes, dependiendo de la edad se pueden enfocar los propósitos de diferente forma. Para los más pequeños —menos de cinco años— se podrían enfocar los propósitos en hacer hábitos que de igual forma están aprendiendo como lavarse los dientes, guardar los juguetes después de usarlos, aprender a poner la mesa y recogerla, o algún otro que se quiera arraigar, de esa forma podrán empezar a tener conciencia de lo que significa un propósito, además de formar nuevos hábitos.
En el caso de los niños un poco más grandes —de cinco a once años— se podrían enfocar los propósitos en intentar cosas nuevas como leer por diversión o practicar algún deporte, o hábitos más adecuados a su edad como ponerse el cinturón en el coche o usar casco al andar en bicicleta. Para los adolescentes, se podrían enfocar sus propósitos en comer saludable, hacer mayor actividad física, respetar las reglas del hogar y ser empático y amable con sus compañeros de clase.
Aunque dependerá de la edad de cada uno, los propósitos de Año Nuevo para niños se podrían englobar en cinco de ellos que pueden aplicar para todos los que quieran empezar a aprender a cumplir metas y tener mejores hábitos.
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Si los valores familiares son importantes, este puede ser un gran propósito para plantear. En los últimos años que se ha pasado mayor tiempo en casa, no necesariamente se ha convertido en tiempo de calidad, ya que se debe de trabajar o estar en clases virtuales, por lo que es una buena oportunidad para que los adultos y niños de la familia se planeen disfrutar más tiempo de calidad en familia.
2. Comer saludable y tomar más agua.
Aunque este propósito está más enfocado en adolescentes, desde pequeños se le puede enseñar la importancia de tomar agua y comer saludable. No es simplemente el hacerlo forzosamente, sino realmente explicarles la importancia de la comida saludable y de los adecuados hábitos de hidratación y de los beneficios que tiene para el cuerpo.
Especialmente tomar agua es muy beneficioso para niños y adultos, por lo que se les puede enseñar desde temprana edad la cantidad de agua recomendable y apoyarlos a recordar tomarla, sobre todo si hacen actividad física.
Cambiar las bebidas azucaradas por agua pura y natural, es un excelente propósito que beneficiará su salud.
3. Ayudar en casa.
Otro de los propósitos de Año Nuevo para niños que puede aplicar a cualquier edad es ayudar en casa. No significa enfocarse en que hagan todo, sino en pequeñas tareas que les ayuden a aprender lo que significa manejar un hogar. Algunas de ellas pueden ser arreglar la mesa, hacer su cama, recoger la ropa o juguetes, o mantener todo limpio y ordenado. Todas ellas mientras se comprende la importancia de cada una, y que no se sienta que se deben hacer por hacerlas, sino que existe una razón por la cual se realizan.
4. Aprender de los errores.
Este es un propósito adecuado para cualquier edad (incluyendo a los adultos). Aunque es un tema muy complejo, desde muy temprano se puede hacer esta distinción sobre lo que implica que algo no sale como se quería y qué hacer al respecto. Los errores y fallas son aprendizajes y no tiene nada de malo tenerlos. Se debe buscar que poco a poco tengan este concepto de forma que se arraigue hasta la edad adulta. Aprender de las situaciones buenas y malas siempre los hará crecer y ser mejores en todo lo que se propongan.
5. Ser amable con quien necesite ayuda.
Claro que no solamente con quien necesite ayuda, sino con todas las personas que crucen su camino. Sin embargo, se sabe que los niños muchas veces se encuentran en situaciones en las que prefieren no ayudar a alguien en la escuela para quedar bien con cierto grupo o persona. Es crucial que aprendan la importancia y el concepto de ser empáticos con todas las personas que los rodean, sobre todo con quien necesite ayuda o se sienta solo. Será un valor que poco a poco podrán ejercitar si plantea desde temprana edad.
Un punto importante para considerar al plantear propósitos de Año Nuevo para niños es cumplirlos. Dependiendo de la edad de los niños y niñas es probable que no entiendan aún el concepto de cumplir metas, por lo que es un tema que habrá que comentar con ellos y explicarles que se deberá cumplir lo que se proponga y terminar lo que se empieza. En este ejercicio, igualmente es importante poner prioridades al plantearlos o incluso dividirlos en temas —personales, escolares, de relaciones— para que se comprenda la diferencia entre cada uno, y ser un ejemplo para ellos con los propios propósitos. Se recomienda igualmente tenerlos a la vista todo el año e ir tachándolos o marcarlos de alguna manera si se cumplen antes de que termine el año, y al hacerlo, felicitarlos por el buen trabajo.
El cuidado de la salud es el propósito número uno de Año Nuevo. En un estudio del Departamento de Psicología de la Universidad de Scranton en Pensilvania se observó el comportamiento de doscientas personas durante dos años y los primeros diez tenían que ver con algún modo de bienestar, y cuatro de ellos estaban enfocados en el cuidado de la salud.
La mayoría de los expertos relacionan ser saludable con algún tipo de bienestar, ya sea físico, mental, o espiritual. Como seres humanos se busca todo el tiempo el bienestar en estas tres formas y siempre se tiene una más fuerte que la otra, por lo que se hace lo posible por enfocarse en las demás.
Encontrar el balance en las tres formas de bienestar no es tarea fácil, pero definitivamente no se puede lograr sin empezar. Simplemente con lo que se encuentre al alcance de las posibilidades de cada persona es suficiente para hacerlo.
El primer paso es tener claridad sobre el área que se quiere trabajar. Si es la parte física, hacer caso al cuerpo sobre lo que necesita es la primera tarea. Puede ser mayor actividad física, hacer más tiempo de ejercicio, o incluso empezar a hacerlo. Si es el caso, encontrar qué tipo de ejercicio se gustaría hacer o aprender para tener todo listo al empezar el año. Cualquiera que sea el caso, igualmente se debe hacer un hueco en la agenda para no tener más la excusa del tiempo.
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No se puede hablar de salud física sin hablar de hábitos de hidratación y alimentación. En un estudio en 2017, el propósito de Año Nuevo más común fue el de perder peso y comer más sano, pero sólo el 9.2% lo terminó logrando. Lo difícil es que muchas veces parece importante en el momento o es lo que se cree que se debe hacer, pero no siempre es lo necesario para cada persona en ese momento. No es necesario ponerse metas muy difíciles de cumplir. Si se hace un esfuerzo más de lo que comúnmente se hace es un gran logro y se debe reconocer. Se pueden plantear metas de esa forma, así logrando más de lo que se imagina. También es aceptable hacer ajustes a lo que inicialmente se planteó, mientras se siga cumpliendo. Lo importante es lograrlo y sentirse bien con el esfuerzo que se está haciendo.
En cuanto a los hábitos de hidratación, el agua es esencial para el óptimo funcionamiento del cuerpo humano y es crucial considerar hacerse hábitos para beberla durante el día. Es muy común olvidarse de tomar agua ya que se considera algo que se hace hasta que se tiene sed, que es la señal del cuerpo de pedirla, sin embargo, la sed es señal de deshidratación, por lo que no se debe dejar que el cuerpo la sienta.
Al hacer de la hidratación un hábito, se da un paso importante en el cuidado de la salud. Los expertos recomiendan beber entre ocho y diez vasos diarios (dos a dos y medio litros) y uno o dos vasos más si se hace actividad física. El cuerpo podrá cumplir todas sus funciones de forma óptima al estar adecuadamente hidratado, por lo que se adelantará el camino a un bienestar físico.
El agua también es crucial para al bienestar mental. El cerebro está hecho mayormente de agua, por lo que es de los órganos que, además de necesitarla, se ve reflejada su correcta hidratación en una mejor concentración y mayor agilidad mental. Es parte también del cuidado de la salud tener el cerebro claro para actividades mentales que se realicen, ya sea en el trabajo o simplemente como pasatiempo.
El cuidado de la salud mental ha cobrado gran importancia en los últimos años. Poco a poco deja de ser un tabú buscar formas de cuidar la mente en tiempo y forma. Como todo el cuidado de la salud, la manera correcta significa algo diferente para cada persona, pero lo importante es tenerla presente de igual forma que se cuidan los músculos o el estómago. Hacerlo es también parte del balance.
El bienestar espiritual es la más difícil y controversial a mencionar. La parte física y mental son muy claras en la mecánica de lo que se debe o no hacer y lo que puede o no funcionar. Sin embargo, de igual forma hay diferentes acciones e ideologías que se pueden intentar según lo que acomode al estilo de vida de cada persona. Lo importante es que se busque encontrar ese bienestar de la mejor manera. Finalmente, todas tienen el objetivo de tener una introspección y lo que signifique para cada uno el bienestar espiritual.
Lo más importante del cuidado de la salud como propósito de Año Nuevo es encontrar la razón de la verdadera importancia de hacerlo. Preguntarse “por qué” y “para qué” hacerlo es lo que realmente hará caer en la cuenta de las consecuencias que se tendrán al realizarlo, para no verlo como una tarea que se debe hacer por fuerza.
La verdadera motivación del cuidado de la salud es diferente para cada persona. Al encontrarla es cuando se olvidarán todos los hábitos que no funcionan para encontrar el balance entre las tres partes que componen al ser humano. Cuidar cada una de ellas en su propia forma es lo que llevará a una vida nueva, verdaderamente saludable, y llena de amor y empatía.
No se puede comenzar un nuevo año sin hablar de salud, específicamente de hidratación y de los hábitos alrededor de ella. Los purificadores de agua son una herramienta que puede ayudar a cumplir con los propósitos de Año Nuevo que tengan que ver con tomar más agua. La mejor manera de mantenerse saludable es estar adecuadamente hidratado, y la mejor manera de lograrlo es creando hábitos que hagan que se realice de forma automática.
Tener hábitos de hidratación no es una tendencia nueva. Desde el siglo pasado se sabe que debe mantener el cuerpo hidratado para su óptimo funcionamiento. Sin embargo, uno de los mayores problemas es hacerse el hábito para estar hidratado durante el día. Pareciera fácil, pero realmente no siempre se recuerda que se recomienda tomar entre dos y dos litros y medio de agua al día (entre ocho y diez vasos), y dos vasos más si se hace actividad física.
Una de las formas de comenzar o mantener estos hábitos es con un purificador de agua. Los purificadores de agua son la mejor forma de llevar agua pura al hogar. Los garrafones y botellones contienen agua pura, sin embargo, pueden ser costosos y son muy incómodos de usar, ya que se debe tener la fuerza para voltearlos, sin mencionar que generan residuos que tienen una huella de carbón muy grande para el planeta. Un purificador de agua se instala en el lavabo de la cocina, dejando el agua para beber en un lugar donde es fácil servirla y utilizarla.
Aunque existen muchos en el mercado, los tres purificadores de agua para empezar el año con el pie derecho están en Bebbia. Todos funcionan bajo el principio de llevar agua pura al hogar sin camión, sin garrafones, y sin complicaciones, con una suscripción mensual, más económica que dos o más garrafones a la semana.
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El Purificador de Ósmosis Inversa cuenta con 5 etapas de purificación. El agua recolecta a su paso por la tierra diferentes sales y minerales que pueden hacer que el agua se convierta en agua dura, la cual contiene sustancias que no benefician al cuerpo humano. El proceso de ósmosis inversa es ideal para quitar la dureza del agua por lo que lo convierte en el mejor para zonas del país con alta concentración de metales pesados.
La primera etapa es un cartucho de polipropileno, el cual retiene sedimentos del agua, además de arenas, insectos y óxidos de la tubería. Posteriormente vienen las dos etapas de cartuchos de carbón activado, las cuales proporcionan una doble protección, retienen sustancias disueltas en el agua, sabores y olores como pesticidas y cloro.
Durante la cuarta etapa, viene la membrana de ósmosis inversa, la cual remueve virus, bacterias, metales pesados y la concentración de sales del agua. El purificador termina el proceso con la quinta etapa, el cartucho de carbón activado pulidor para mejorar el color, sabor, y olor del agua.
2. Purificador y Alcalinizador Sobre Tarja y Bajo Tarja
Este purificador cuenta con tres etapas de purificación y es ideal para tener agua alcalina rica en minerales como calcio, magnesio y potasio, que son muy beneficiosos para la salud. Durante la primera etapa, el cartucho alcalinizador aumenta el pH del agua para generar agua alcalina llena de minerales. Después el cartucho de ultrapurificación que cuenta con poros 5 mil veces más delgados que un cabello humano permiten la retención del 99.99% de bacterias en el agua. Por último, el cartucho dual retiene sedimentos del agua como tierra, arena o partículas presentes en la red hidráulica, mejorando el olor, color y sabor a cloro del agua.
Este tipo de purificador se puede solicitar para instalación bajo tarja o sobre tarja, en caso de no tener el espacio bajo la tarja.
3. Purificador de Carbón Activado con Plata Coloidal
Este purificador se instala bajo tarja y cuenta con dos etapas de purificación. Utiliza tecnología Hydro-Pur® con carbón activado y plata coloidal. El carbón activado mejora el olor y color del agua, además de eliminar el sabor a cloro y retener sedimentos, tierra, arenas o insectos de la tubería. La plata coloidaltiene la función de retener el 99.9% de bacterias del agua.
Esta tecnología es ideal para beber agua pura, incluso con solamente dos etapas de purificación, además de ser segura, práctica y económica.
Con excepción del purificador de de Ósmosis Inversa, los purificadores de agua bebbia no requieren baterías ni conectarse a la electricidad, por lo que no representan un costo extra en la energía del hogar.
Es importante mencionar, que la contratación de cualquiera de los servicios de purificación bebbia incluye el equipo de purificación, las conexiones, mangueras y cables que trae cada equipo, necesarios de acuerdo con cada uno de los purificadores, así como la colocación y puesta en marcha para empezar a disfrutar de agua pura. Igualmente, todos los purificadores de bebbia se encuentran avalados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
Además de uno de los mejores purificadores de agua, se puede fortalecer la realización de estos hábitos con alguna manera de recordar la frecuencia con la que se debe tomar agua. Existen algunas aplicaciones para teléfonos móviles que pueden servir, aunque una alarma o recordatorio puede ayudar también. El agua es la manera más saludable de consumir líquidos, además de ser el único que realmente quita la sed. Hacer el hábito de beberla es uno de los mejores propósitos de Año Nuevo para la salud.
Siempre comenzando un nuevo año surge la pregunta de cómo empezar a ser más saludable. La respuesta aunque es sencilla, es difícil de ejecutar y completar. Es en enero común ponerse propósitos de Año Nuevo que se empiezan con emoción, pero el final del año se ve lejano y se piensa que se tiene mucho tiempo, cuando en realidad se eligieron tareas que no tienen resultados a corto plazo como es el caso de bajar de peso o ser más saludable.
Ser saludable es un estilo de vida y no se puede simplemente realizar de la noche a la mañana, ni se verán los resultados en pocos meses. Ser saludable no es solamente tener balanceados los niveles de sangre o bajar de peso, sino realmente tener un estilo de vida que vaya de acuerdo con lo que el cuerpo de cada persona necesita. Lograr bienestar físico, mental, e incluso espiritual para las actividades diarias es una de las definiciones que se le puede dar a ser saludable o estar sano. Entonces, si quieres empezar a ser más saludable este nuevo año, comienza por esto:
Una de las principales acciones que se puede tener para empezar a ser más saludable es beber suficiente agua. Se recomienda beber entre dos y dos y medio litros de agua diariamente (entre ocho y diez vasos), aunque uno o dos más si se hace ejercicio o alguna actividad física. No es sólo un dicho que el agua significa vida, ya que es esencial para las actividades de todos los órganos del cuerpo.
El agua ayuda a los procesos internos del cuerpo, absorbe nutrientes, elimina desechos, está presente en el sistema respiratorio, en la sangre, los riñones, pero sobre todo en el cerebro. Estar adecuadamente hidratados hace que el cuerpo tenga todo lo que necesita para funcionar mejor. Incluso vemos reflejada una correcta hidratación en un retraso en los signos de envejecimiento, ya que la piel es el primer órgano en sentir la deshidratación.
Crear hábitos de hidratación es lo que hará que se tenga presente la frecuencia de tomar agua. Se puede empezar poniendo horas del día para tomarla, como al levantarse o antes de cada comida, o usar alguna alarma o recordatorio que lo indique para no olvidarlo. De esta forma se habrá tomado el primer paso sobre cómo empezar a ser más saludable.
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El siguiente paso es aumentar la actividad física. Dependerá de cada persona, pero, para empezar, media hora de ejercicio al día puede hacer una gran diferencia. Si se tiene sobrepeso o alguna lesión en alguna articulación, lo mejor será consultar con un especialista para conocer qué tipos de ejercicio se pueden realizar. La seguridad es importante antes de realizar cualquier actividad.
Además de apoyar a reducir peso y riesgo a ciertas enfermedades cardiovasculares, y aumentar la masa muscular, el ejercicio también estimula la secreción de sustancias en el cerebro que pueden reducir la ansiedad, estrés, y aumentar la autoestima, lo que encamina a una vida saludable.
La alimentación es también la base de cómo empezar a ser más saludable. Debe ser balanceada y consciente. La alimentación junto con el agua es de donde el cuerpo obtiene lo que necesita para funcionar en óptimas condiciones, y es importante tener en mente qué es lo que realmente se está ingiriendo para realmente tener una alimentación balanceada.
En este sentido, también es importante no dar al cuerpo más de lo que necesita. Comer suficiente significa comer cuando se tiene hambre, pero detenerse cuando se está satisfecho. Se sugiere igualmente comer despacio para que poco a poco el cuerpo asimile lo que está ingiriendo de forma consciente y entienda que no requiere más.
En cuanto a la alimentación se refiere, aquí se presentan algunas acciones básicas, aunque lo más recomendable es visitar a algún especialista en nutrición para saber qué es lo más adecuado para cada persona. Cada cuerpo es diferente y puede requerir acciones más específicas para llevar realmente una vida saludable.
Una parte importante para una empezar a ser más saludable es el bienestar espiritual. Este término significa algo diferente para cada persona, por lo que habrá que buscar qué es lo que más embona con la forma de pensar que se tenga. Sin embargo, un buen lugar para comenzar es la meditación. La meditación es una práctica que se puede utilizar para tener un momento de introspección con uno mismo, de manera que puede reducir el estrés o aclarar la mente según lo que se requiera trabajar internamente. No necesariamente es la práctica adecuada para llegar a un bienestar espiritual, pero es un buen lugar para comenzar la búsqueda y aplicarla a las creencias que se tengan.
Por último, una acción muy importante para ser saludable es reducir o eliminar el consumo de cigarros o alcohol. Aunque se sabe que pueden ser dañinos para la salud, sigue siendo un tema controversial dejarlos o reducirlos. Es posible que la razón sea que algunas personas no los consumen diario y podrían considerar que al no excederse no representa un problema. Lo que sí es importante es estar conscientes de su consumo y del daño que pueden causar y reducirlo en lo más posible o eliminarlo.
Existen muchas más maneras sobre cómo empezar a ser más saludable. No hay una sola forma y cada persona debe buscar lo que mejor le funcione. Específicamente beber agua, una alimentación consciente, y aumentar la actividad física son realmente pequeñas acciones en los hábitos diarios que mejoran el funcionamiento del cuerpo y hacen el camino a un bienestar físico, mental, y espiritual.